Por Daniel Orezzoli
 

Dónde: Gran Premio de Argentina de 1978, Autódromo Municipal de Buenos Aires.
Cuando: 15 de Enero de 1978.
Quien: Mario Andretti a bordo del Lotus 78.

 

Una imagen captada durante la primera fecha del campeonato mundial de 1978 al piloto que se adjudicaría el título mundial de aquella temporada, el Italo-estadounidense Mario Andretti a bordo del primer auto con efecto suelo ideado por la mente inquieta de Colin Chapman, propietario de la escudería.

Efectivamente tras pensar en esta solución cuya inspiración Chapman la obtuvo de diseños aeronáuticos, puso a trabajar a su equipo durante 1976 pero insistió en hacer debutar el auto en la primera fecha del año siguiente de manera de no dar tiempo a sus competidores de copiarlo durante el receso entre ambas temporadas.

Andretti hizo debutar a este revolucionario auto en este mismo circuito bonaerense un año antes de capoturada esta fotografía, obteniendo un quinto lugar pero a pesar que posteriormente obtuvo cuatro victorias el título se le escapó por los innumerables abandonos que sufrió. El problema inicial de este auto fue que la gran carga aerodinámica que le otorgaba el efecto suelo con el consecuente beneficio en las curvas le restaba velocidad en las rectas por lo que Chapman solicitó a la gente de Cosworth una evolución más potente del V8 DFV que resultó ser muy frágil.

Para 1978 el problema del motor fue solucionado y además Lotus evolucionó el auto con el modelo 79 que contaba con un mayor equilibrio de las cargas aerodinámicas entre ambos ejes lo que le permitía usar un ala posterior con menor incidencia. Lo anterior le permitió a Andretti adjudicarse seis GP, siendo este de Buenos Aires el primero de la temporada y el último obtenido con el modelo 78 ya que los restantes cinco los logró con el nuevo modelo.

No se cuenta entre estas seis victorias la obtenida en Monza, triunfo especialmente significativo para Andretti por ser este lugar donde a inicios de la década de los años cincuenta observó su primera carrera de Fórmula 1 viendo ganar a su ídolo Alberto Ascari y que en sus palabras fue lo que lo empujó a ser un piloto profesional. Por otra parte este GP es recordado luctuosamente por el accidente que posteriormente le costó la vida a su coequipo, el gran piloto sueco Ronnie Peterson, por lo que su triunfo fue un tributo a su fiel y veloz escudero.

Sin embargo los jueces de la prueba italiana determinaron que tanto Andretti como Gilles Villenueve (que partía desde la pole) se adelantaron al semáforo de la partida por lo que fueron penalizados con un minuto cada uno, quedando finalmente clasificados quinto y sexto, aunque para el espectáculo queda en la memoria esta gran carrera con Villenueve gran parte de la misma en punta, gracias a su oficio y a la mayor velocidad en las rectas del Ferrari, perseguido como una sombra por Andretti quien lo superó a cinco giros del final.

Volviendo a este GP argentino cabe recordar que en aquellos años la F1 utilizaba el trazado N°15 de casi seis kilómetros con la conocida curva de Salotto incluida, lugar donde los competidores de Andretti y Peterson los veían “escaparse” gracias al efecto suelo que les daba mayor grip.  A pesar de lo anterior el ídolo local Carlos Alberto Reutemann se las ingenió para clasificar su Ferrari entre medio de ambas Lotus a sólo 9 centésimas de segundo de Andretti, quien logró la pole con un registro de 1:47,75 a casi 200 km/ph de media. En la carrera Andretti se iría en punta hasta la bajada de bandera y Lauda lo secundaría en un Brabham Alfa Romeo en su primera carrera para dicha escudería.