(Investigación histórica de Rodrigo Velasco S.)

El recorrido del Gran Premio era por el interior, desde la largada en Coquimbo, pasando por Ovalle, Combarbalá, Illapel, para salir hacia Los Vilos y luego entrar por Papudo, Zapallar, Maitencillo, Quintero, Concón, rumbo a Viña del Mar. El ganador puso un tiempo de 7 horas 44 minutos 20 segundos entre Coquimbo y Viña del Mar, estableciendo récord para esa distancia y trazado. Muy meritorio ya que pueden imaginarse cómo serían esos caminos…

De allí, la carrera seguía por Casablanca hasta Santiago donde terminaba la primera etapa. Un día después se correría la etapa final entre la capital y Concepción, la que fue ganada por el piloto Mario Bustamante en un Ford V8, quien batió el récord que detentaba Manuel Bengolea en su Hudson Terraplane (del año 1936), rebajando la marca desde Santiago a la capital penquista, dejándola en nada menos que 5 horas 50 minutos y 28 segundos. Un grave accidente sufrió al pasar por Talca el coche Ford de Fernando Guzmán, quien corría en el segundo lugar, ya que se estrello con un árbol y volcó aparatosamente. La información de prensa da cuenta que “debió ser hospitalizado de urgencia por las graves lesiones sufridas, habiendo perdido gran parte de su dentadura”.

La Clasificación General del Gran Premio Aliviol de 1937 (Coquimbo – Viña del Mar – Concepción), fue la siguiente:

1° Óscar Andrade, Ford V8, 15 horas 2 minutos 8 segundos 6/10

2° Mario Bustamante, Ford V8, 15 horas 52 minutos 27 segundos

3° Manuel Bengolea, Hudson Terraplane, 16 horas 37 minutos 16 segundos

4° Lorenzo Varoli, Plymouth, 16 horas 43 minutos 41 segundos.

Cruzando a toda velocidad por la costanera de Papudo el Ford V8 cabriolet del volante ganador del Gran Premio, Óscar Andrade. Nótese lo poco que ha cambiado la playa de Papudo en casi 75 años, atrás se observa la gran casona que actualmente es la Municipalidad de Papudo.