Historia de Francisco Segali Vigezzior
En el año 1914 siendo muy pequeño y acompañado de sus dos hermanos el mayor Luis y el más pequeño Brunito escaparon de Italia por que al Padre de ellos lo asesinaron para la primera guerra mundial. Ellos Vivian en un pueblo llamado Cugliati en el lago COMO colindante con los Alpes suizos, salieron de Italia y cruzando unos montes hacia Francia el hermano pequeño se encontró algo muy parecido a unas piñas pequeñas, las tomo las manipulo y lamentablemente explotaron, eran granadas y falleció inmediatamente. Así es que lo tuvieron que sepultar en ese lugar y seguir rumbo a Francia, ahí estuvieron alrededor de un año trabajando en una empresa constructora llamada Benoir, luego los dos siguieron viaje a Sudamérica llegando a la Argentina, y con lo aprendido en Francia construyeron casas y carreteras en el país vecino el tío Luis Segali formo una gran familia en la Argentina y mi abuelo viajo a Chile llegando a Valparaíso instalándose con un pequeño almacén. Pero lo de él y su gusto eran los fierros, posteriormente viajo a la ciudad de los Andes y fue representante para Ford y Chevrolet para la provincia de Aconcagua, CONOCIO A MI ABUELITA FORMO UNA GRAN FAMILIA y se fue a vivir a la ciudad de Casablanca instalando un servicentro, y los fines de semana además de conducir autos de carrera que era su pasión hacia acrobacias en motocicleta para la ciudad de Casablanca y sus alrededores, posteriormente se vino a vivir a Santiago instalando su industria rectificadora y ajustando motores que en su mayoría eran Ford A de el año 1927. Comenzó a correr grandes premios a la ciudad de Buenos Aires en Ford y también en Hudson incluso en una oportunidad le arribo en barco un automóvil Adler que había corrido en Le Mans y según me conto salió en segundo lugar en un gran premio a la Argentina a pesar de que el auto era de trocha muy angosta para los caminos que en esos años que eran solamente huella y me dijo que el auto llego a Chile casi inservible. Era un ser humano buscador de vida y emociones, para resumir te puedo contar que en una oportunidad importo al país un automóvil Bugatti que yo vi fotos de él y tenía la parte posterior muy similar a la cola de una abeja, entonces tenía un amigo llamado Luis Yackich que era su compañero de correrías, lo pasaba a buscar cuando le daba la locura, lo hacía cerrar su negocio en el centro de Santiago y partían rumbo a Argentina perdiéndose por más de treinta días en cada ocasión que lo hacían, y acá en el país los buscaban por cielo mar y tierra, dándolos por muertos, ya que no los encontraban.