Carrera GT3 Cup, la aventura alemana
Las vacaciones de invierno han pausado la actividad para contemplar lo que es nuestro Campeonato, poniendo un ojo en lo que será la segunda mitad de la temporada 2018.
Este año, de gran crecimiento y de muchísimas novedades, comenzó con una nota especial; los titanes de nuestro ring, los Porsche 911 GT3 Cup, corrían por primera vez su serie independiente como monomarca.
Este hecho, revistió un paso histórico en nuestro automovilismo, jamás se habían reunido tantos Porsches de carrera en una pista para competir. La categoría, que partió con una tímida unidad importada por Eduardo Costabal, creció repentinamente a un parque que hoy supera las 20 unidades en Chile.
La gestión de algunos apasionados por el automovilismo, permitió la importación de autos de carrera usados, algo que no había estado permitido por la ley desde los años 60. Aquello, abrió una puerta por el que nuestro automovilismo comenzó a crecer.
Ese extraño amor que despierta el concepto del Porsche 911, impulsó a que sus más fieles seguidores, comenzaran a pensar en competir sobre uno de los autos de carrera más exitoso de todos los tiempos, el 911 GT3 Cup.
El modelo, desarrollado exclusivamente para competir en pista, es un auto carrera-cliente, concepto impulsado en las monomarcas para invitar a sus mejores clientes para experimentar la competencia al más alto nivel, sin llegar a ser profesional.
Lejos de pensar en la precaria infraestructura de nuestro automovilismo, este puñado de pilotos liberó sus deseos de competir, y prácticamente en un acto de valentía, la categoría de los Porsche GT3 Cup se armó un espacio en el Campeonato Histórico de Velocidad, para hoy ser una monomarca hecha y derecha.
Al ser un auto de carreras-cliente de tan alto nivel, su puesta en pista, requiere de más de una persona especialmente entrenada para operarlo. No basta sólo con combustible y un piloto ansioso, este grupo de visionarios, debió hacerse de un equipo de personas que ha debido entrenar y especializarse en estos autos. La tecnología de alta competencia de estos autos, siempre de altos costos, propició a que la categoría creara una organización en común; un garaje y un grupo de mecánico para todos los pilotos, aseguraría continuidad, en un país donde hacer automovilismo, es prácticamente un milagro.
Equipar esta organización ha requerido la participación de especialistas traídos desde Alemania, remarcando aún más el gran esfuerzo que realizan los pilotos de la Carrera Cup GT3.
Hoy la categoría se posiciona como una de las más importantes de Chile y una de las más competitivas a nivel nacional y muy probablemente, como la más importante que ha tenido Chile en su historia automovilística. La categoría tiene a su vez dos divisiones, una llamada 3.8, por componerse del 911 997 de segunda generación, animado por un motor boxer de 6 cilindros, 3.8 litros y 450 caballos de potencia. La segunda, es llamada 3.6, con el 911 997 de primera generación como protagonista, el que equipa un motor boxer, 6 cilindros, 3.6 litros y 420 caballos de potencia; ambos modelos, con un peso de aproximadamente 1.200 kg.
De cara a la segunda parte de la temporada 2018, 4 pilotos se disputan el título, con carreras y tiempos cada vez más cerrados, esperando también el debut de 3 pilotos jóvenes, revelando que no es sólo una categoría más, si no, que es un capítulo importante en la primavera del automovilismo chileno.