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José Pepe Albónico, con Italia en el corazón

José Albónico, cariñosamente conocido como “Pepe”, ha sido uno de los hombres más influyentes en el ambiente automotor chileno de los últimos 20 años. Su vida se desarrolló básicamente en el sector automotor, siempre ligado a marcas italianas y por sobre todo, a los automóviles de culto.

Una figura amable y por sobre todo, apasionada, caracterizaba su persona. Pepe Albónico fue anfitrión de muchas conversaciones y gestor de reuniones de quienes compartían su pasión; italianos o no, si amabas los autos eras un amigo de Pepe.
Gracias a su amistad, el Club de Automóviles Sport de Vitacura tomó forma, de hecho en sus oficinas de Itala – Alfa Romeo, en la década de los 90 fue como Pepe Albónico firmó como fundador de este gran Club, que más que un Club, fue una hermandad en torno a las carreras y la cultura automotriz.

Quizás, muchos lo conocen desde antes de Targa, hace más de 20 años, quizás, algunos lo conocieron en su etapa final junto a Ferrari, siempre con Italia en el corazón. Sus acciones, definieron lo que hoy es el Club de Automóviles Sport de Vitacura y seguramente influyeron en el camino que tomaron muchos de los que se cruzaron con él. Fue un hombre sabio y una fuente de referencia para quienes buscaban orientación.

 

Todo aquel que ama los autos en Chile, sabe definir bien a José Pepe Albónico, pero quizás, mejor lo definen las sentidas palabras de un amigo:

“Divertido, con un humor muy especial, pero genial. Siempre se tomaba su tiempo para escucharte, tomarse un café. Alfista y amantes de los Fiat hasta la médula! Era un tipo sencillo, contento con lo que hacía. Era mi amigo. Quizás al final nos vimos poco y nada, pero era mi amigo. Y amigo de sus amigos (Raúl Molina, Fuenzalida, Rodrigo Velasco, Epsipion Munizaga, y otros más). Gozador, amante del sol: De repente uno lo iba a ver, y si el día era lindo, estaba al aire libre mirando hacia el cielo! Yo lo quería mucho.
Súper estructurado. Siempre el primero en llegar, y el último en irse. Le gustaba tomarse las vacaciones en Abril. Y su rutina era siempre la misma: algunos días en Brasil en donde iba a ver a su hija que vive allá, y otros días en Miami (seguramente aprovechando la playa).
Le podías contar de todo, y siempre te escuchaba.”
Este es nuestro homenaje a José Pepe Albónico, socio fundador, amigo, entusiasta, compañero y por sobre todo, una gran persona.

¡Que en paz descanse !